Los 5 signos principales de la deficiencia de vitamina D
El primero en la lista, y tema
de este artículo, es la deficiencia de vitamina D. Pero ¿cuáles son los
riesgos? ¿Cómo podría determinar si es deficiente? Y ¿cuáles son los
beneficios de incrementar sus niveles de vitamina D?
La deficiencia de vitamina D es
increíblemente común en todo el mundo, pero muchas personas creen
erróneamente que no están en riesgo porque consumen alimentos
fortificados con vitamina D, como la leche. Pocos alimentos tienen
niveles terapéuticos y naturales de vitamina D, e incluso los alimentos
fortificados no contienen suficiente vitamina D para satisfacer los
requerimientos de salud.
pesar de su nombre, realmente
la vitamina D es una hormona esteroide que se obtiene principalmente de
la exposición a los rayos del sol, y no por medio de la alimentación.
Ya que la mayoría de los
dermatólogos y otros médicos recomiendan evitar la luz del sol y
utilizar protector solar antes de estar al aire libre, la deficiencia de
vitamina D ha alcanzado proporciones verdaderamente epidémicas.
Por desgracia, aunque la justificación de evitar los rayos del sol es que podría reducir su riesgo de cáncer de piel,
al evitar exponerse a la luz solar, corre el riesgo de ser deficiente
en vitamina D, que a su vez podría incrementar el riesgo de muchos tipos
de cáncer; no solo los internos sino también el cáncer de piel, así
como diversas enfermedades crónicas.
Si consideramos la importancia
de la vitamina D para prevenir enfermedades, es probable que la estricta
evasión de los rayos del sol produzca mucho más perjuicio que
beneficio.
¿Cómo podría definirse la deficiencia de vitamina D?
Según una investigación publicada en junio de 2018, se estima que en los Estados Unidos el 40 %
de la población es muy deficiente en vitamina D, que se define como un
nivel sérico (en la sangre) inferior a 20 ng/mL (50 nmol/L) de vitamina
D. La suficiencia es definida como un nivel de 20 ng/mL o superior.
Decir que una persona es deficiente por tener un
nivel inferior a 20 ng/mL de vitamina D es como decir que una persona
con un peso mayor a 400 libras solo tiene exceso de peso; en ambos casos
es una subestimación muy grave.
En los Estados Unidos, el 75 % de los adultos y
adolescentes sería deficiente en vitamina D si se utilizara un nivel de
suficiencia de 30 ng/mL. Si el límite de suficiencia se incrementara de 40 a 60 ng/mL,
probablemente las tasas de deficiencia se ubicarían en un nivel de hasta
90 %.
Es importante entender que, tal como se ha demostrado
en repetidas ocasiones, que los 20 ng/mL es un nivel extremadamente
insuficiente para promover una buena salud y prevenir enfermedades, y
que, de hecho, cualquier nivel inferior a 40 ng/mL (100 nmol/L) es
cuestionable.
Por ejemplo, las investigaciones han demostrado que
una vez que se haya logrado un nivel sérico mínimo de 40 ng/mL de
vitamina D, el riesgo de cáncer podría disminuir en un 67 %, en
comparación con tener un nivel de 20 ng/mL o inferior.
La mayoría de los tipos de cáncer ocurren en personas
con un nivel en la sangre de 10 a 40 ng/mL (25 a 100 nmol/L) de
vitamina D, y el nivel óptimo para protegerse contra el cáncer se ha
ubicado entre 60 y 80 ng/mL (150 a 200 nmol/L).
Así mismo, diversos estudios demuestran que los niveles más altos de vitamina D podrían proteger específicamente contra el cáncer de mama.
Es importante destacar que un estudio realizado en 2005 demostró que las mujeres con niveles superiores a 60 ng/mL de vitamina D
tenían un riesgo 83 % menor de cáncer de mama, que las mujeres con
niveles inferiores a 20 ng/mL. No puedo imaginar ninguna otra estrategia
que pueda generar ese tipo de disminución en el riesgo.
Muy recientemente, un análisis combinado que fue publicado en junio de 2018 sobre dos ensayos aleatorios y un
estudio grupal prospectivo produjo una conclusión muy similar. El
objetivo fue evaluar si podría obtenerse algún beneficio al tener un
nivel superior a 40 ng/mL de vitamina D, ya que la mayoría de los
estudios no analiza a detalle esos niveles más altos.
De hecho, este reflejó los hallazgos del 2005; es
decir que, las mujeres con niveles similares o superiores a 60 ng/mL de
vitamina D exhibieron una tasa 82 % menor de incidencia de cáncer de
mama, en comparación con las mujeres con niveles de 20 ng/mL o
inferiores.
La investigación publicada por GrassrootsHealth
reveló que hasta el 80 % del total de las incidencias de cáncer de mama
podrían prevenirse simplemente al optimizar los niveles de vitamina D.
Los 5 signos principales de deficiencia de vitamina D
La única manera de identificar definitivamente la
deficiencia de vitamina D es a través de un análisis sanguíneo. Sin
embargo, también hay algunos signos y síntomas generales que debe tomar
en consideración.
Si alguna de las siguientes situaciones se aplica en
su caso, debe hacerse una prueba de niveles de vitamina D lo antes
posible, y tomar medidas proactivas para elevar sus niveles en un rango
de 60 a 80 ng/mL:
1. Sudoración de la cabeza
— De acuerdo con el investigador de la vitamina D, el Dr. Michael
Holick, uno de los primeros signos clásicos de deficiencia de vitamina D
es tener una cabeza sudorosa.
De hecho, por la misma razón, los médicos solían
preguntarles a las nuevas madres sobre la sudoración de la cabeza de sus
recién nacidos. La sudoración excesiva en los recién nacidos debido a
una irritabilidad neuromuscular aún es descrita como un síntoma común y
temprano de deficiencia de vitamina D.
2. Enfermedades o infecciones frecuentes
— La vitamina D regula la expresión de los genes que influyen en el
sistema inmunológico para atacar y destruir las bacterias y virus, por
lo que las enfermedades e infecciones de todo tipo —incluyendo a la
gripe y resfriados— podrían ser un indicio de que hay una disfunción
inmunológica, lo que probablemente significa que es deficiente en
vitamina D.
3. Síntomas neurológicos — Esto incluye a la depresión, "sentirse triste", deterioro cognitivo, dolores de cabeza y migrañas.
En 2006, los científicos evaluaron los efectos de la
vitamina D en la salud mental de 80 pacientes de edad avanzada y
encontraron que los que tenían niveles más bajos de vitamina D eran 11
veces más propensos a estar deprimidos que los que recibieron dosis
saludables.7
Así mismo, el mismo estudio encontró que los niveles bajos de vitamina D estaban relacionados con un bajo rendimiento cognitivo.
De igual manera, diversos estudios han vinculado la deficiencia de vitamina D con una disfunción mental,
confusión, falta de la memoria y dificultad para concentrarse. Los
dolores de cabeza y migrañas también están relacionados con bajos
niveles de vitamina D.
4. Fatiga y somnolencia durante el día — Los estudios han vinculado los bajos niveles de vitamina D a la sensación de fatiga constante. En un caso, se descubrió que una mujer que padecía fatiga crónica, somnolencia durante el día (hipersomnia), dolor de espalda baja y dolores de cabeza diarias tenía un nivel inferior a 6 ng/mL de vitamina D.
Sus síntomas desaparecieron una vez que elevó sus niveles a 39 ng/mL. Otro estudio encontró que las mujeres con niveles inferiores a 29 ng/mL de vitamina D
eran más propensas a padecer fatiga que las mujeres con niveles
superiores a 30 ng/mL.
5. Huesos adoloridos — Según Holick,
muchas de las personas que acuden a un médico por dolores y molestias,
en especial cuando se presentan junto con una sensación de fatiga,
terminan siendo diagnosticados erróneamente con fibromialgia o síndrome de fatiga crónica.
"Muchos de estos síntomas son signos clásicos de deficiencia de vitamina D —es decir, osteomalacia— que es diferente a la deficiencia de vitamina D que causa la osteoporosis en los adultos", indicó Holick.
"Lo que sucede es que la deficiencia de vitamina D produce un defecto al momento agregar el calcio en la matriz de colágeno del esqueleto. Como resultado, puede presentar una sensación punzante y dolorosa en los huesos".
Los 5 factores principales de riesgo de deficiencia de vitamina D
Existen diversos factores que podrían influir en el riesgo de deficiencia de vitamina D, incluyendo a los siguientes:
• Pasar poco tiempo al aire libre o utilizar protector solar en todo momento
— Los investigadores han observado que la deficiencia de vitamina D
prevalece en los adultos de todas las edades que utilizan protector
solar (el cual puede inhibir la producción de vitamina D) en todo
momento o limitan sus actividades al aire libre.
• Tener una piel más oscura
— El pigmento de su piel puede actuar como un filtro solar natural, por
lo que cuanto más pigmento tenga, más tiempo necesitará exponerse a los
rayos del sol para producir cantidades adecuadas de vitamina D.
Si tiene la piel oscura, es posible que necesite
hasta 10 veces más exposición a la luz solar para producir la misma
cantidad de vitamina D que una persona con la piel pálida.
• Tener 50 años de edad o más
— A medida que envejece, su piel no produce tanta vitamina D en
respuesta a la exposición a los rayos del sol. Al mismo tiempo, sus
riñones son cada vez menos eficientes para convertir la vitamina D en su
forma activa.
Los adultos mayores también tienden a pasar más
tiempo en espacios cerrados (es decir, tener menos exposición a la luz
solar y, por lo tanto, producir menos vitamina D).
• Obesidad
— Debido a que la vitamina D es liposoluble, la grasa corporal ayuda a
captarla. Si tiene exceso de peso o padece obesidad, es probable que
necesite mayor cantidad de vitamina D que una persona más delgada. En un
estudio reciente, la deficiencia de vitamina D fue tres veces más frecuente en personas con obesidad.
• Problemas gastrointestinales
— Como ya mencioné, la vitamina D es liposoluble, lo que significa que
si tiene una enfermedad gastrointestinal que afecta su capacidad para
absorber la grasa, es posible que también tenga menor capacidad para
absorber vitaminas liposolubles, como la vitamina D.
Esto incluye a los padecimientos intestinales, como
la enfermedad de crohn, enfermedad celíaca y sensibilidad al gluten no
celíaca y enfermedad intestinal inflamatoria.
Los beneficios de optimizar los niveles de vitamina D
Se ha demostrado que optimizar los niveles de
vitamina D puede tener un efecto poderoso en la salud, ya que ayuda a
proteger contra una amplia variedad de enfermedades. Entre ellas:
Síndrome del ojo seco
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Degeneración macular — Es la causa principal de ceguera a una edad avanzada.
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Enfermedades autoinmunológicas — La
vitamina D es un potente modulador inmunológico, por lo que es muy
importante para prevenir las enfermedades autoinmunológicas, como la
esclerosis múltiple, enfermedad intestinal inflamatoria y psoriasis;
solo por mencionar algunos ejemplos.
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Enfermedades gastrointestinales
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Enfermedades infecciosas, incluyendo a la gripe y VIH
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Enfermedades reumáticas inflamatorias, como la artritis reumatoide
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Osteoporosis y fracturas de cadera
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Enfermedad cardiovascular
— La vitamina D es muy importante para disminuir la hipertensión,
cardiopatía aterosclerótica, ataques cardíacos y derrames cerebrales, ya
que tiene un rol vital en la protección y reparación del daño en el
endotelio.
También, ayuda a estimular la producción de óxido
nítrico —que mejora el flujo sanguíneo y previene la formación de
coágulos sanguíneos— así como a reducir significativamente el estrés
oxidativo en el sistema vascular, lo cual es importante para ayudar a
prevenir el desarrollo o progresión de la enfermedad cardiovascular.
Según Holick, la deficiencia de vitamina D puede elevar en un 50 % el riesgo de
ataques cardíacos, y si tiene un ataque cardíaco y es deficiente en
vitamina D, prácticamente garantiza su riesgo de morir por causa de un
ataque cardíaco.
De hecho, un estudio noruego publicado en The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism
encontró que "el consumo normal de vitamina D" puede disminuir
significativamente el riesgo de muerte, si padece una enfermedad
cardiovascular.
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Enfermedades neurológicas, tales como la enfermedad de Alzheimer y epilepsia.
En un estudio, las personas con epilepsia que recibieron una megadosis única de
vitamina D3, de alrededor de 40 000 hasta 200 000 UI, seguida de una
dosis diaria de 2 000 a 2 600 UI durante tres meses, con el fin de
lograr un nivel de al menos 30 ng/mL de vitamina D, presentaron mejoras
significativas.
Diez de las trece personas exhibieron menor número de
ataques, y cinco experimentaron una disminución mayor a un 50 %. En
general, el grupo tuvo 40 % menor incidencia de convulsiones.
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Lupus — De acuerdo con investigadores del Cairo, la mayoría de los pacientes con lupus eritematoso sistémico presentan
algún nivel de deficiencia de vitamina D, definido como un nivel de 10
ng/mL o inferior, o insuficiencia, definido como un nivel entre 10 y 30
ng/mL.
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Apnea obstructiva del sueño — Un
estudio demostró que el 98 % de los pacientes con apnea del sueño era
deficiente en vitamina D, y que cuanto más grave era la apnea del sueño,
más grave era su deficiencia.
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Salud ósea, caídas y fracturas — Una revisión del 2006 que analizaba el consumo de vitamina D y los resultados de salud tales
como la densidad mineral ósea, salud dental, riesgo de caídas, fracturas
y cáncer colorrectal, encontró que "las concentraciones séricas más
convenientes de 25(OH)D empezaban en el nivel de 30 ng/mL, y las mejores
ocurrían entre los niveles de 36 a 40 ng/mL".
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Obesidad y diabetes — Las investigaciones han demostrado que tomar un suplemento de vitamina D (4 000 UI/día) y
practicar el entrenamiento de resistencia puede ayudar a reducir la
proporción cintura-cadera —una medida que podría ayudar a determinar el
riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas— más que utilizar el
índice de masa corporal.
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Enfermedades neurodegenerativas, incluyendo a la enfermedad de Alzheimer, Parkinson y esclerosis múltiple (MS). Las investigaciones demuestran que los pacientes con MS que tienen
niveles más altos de vitamina D son propensos a experimentar síntomas
menos incapacitantes.
Así mismo, es común que los pacientes con Parkinson sean deficientes en vitamina D, y los adultos mayores con grave
deficiencia de vitamina D podrían elevar en un 125 % su riesgo de
demencia.
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Reparación del ADN y procesos metabólicos
— Uno de los estudios de Holick demostró que los voluntarios sanos que
tomaban 2000 UI diarias de vitamina D durante algunos meses regulaban
291 genes diferentes que controlan hasta 80 procesos metabólicos
diferentes, incluyendo la reparación del ADN y autooxidación (la
oxidación que ocurre en presencia de oxígeno o radiación UV, que puede
tener repercusiones en el envejecimiento y cáncer).
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Parto prematuro —
También, se ha demostrado que el nivel de 60 ng/mL podría generar un
poderoso efecto de protección en las mujeres embarazadas para evitar un
parto prematuro. Las mujeres con un nivel de al menos 40 ng/mL de vitamina D podrían
disminuir hasta en un 62 % el riesgo de parto prematuro, en comparación
con tener un nivel de 20 ng/mL.
Las mujeres con antecedentes de parto prematuro
podrían obtener un efecto de protección aún mayor —una reducción del 80
%— al tener niveles superiores a 40 ng/mL de vitamina D.
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Complicaciones del embarazo — Tener
un nivel mayor a 40 ng/mL de vitamina D también puede proteger a una
madre ya que podría disminuir en alrededor del 50 % el riesgo de
preeclampsia, diabetes gestacional e infecciones prenatales.
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Mortalidad por cualquier causa — Los estudios también han relacionado los niveles más altos de vitamina D con una mortalidad más baja por todas las causas.
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Revise sus niveles de vitamina D dos veces al año
La exposición regular y prudente a los rayos del sol
es la mejor manera de optimizar su nivel de vitamina D, pero es posible
que muchas personas necesiten tomar un suplemento de vitamina D3 por vía
oral, en especial durante los meses de invierno.
La única forma de saber si necesita o no un
suplemento, y cuánta cantidad requiere, es al analizar sus niveles, de
preferencia dos veces al año, en verano e invierno, cuando están en su
punto más alto y bajo. En particular, esto es importante si está
embarazada o planea un embarazo, o si tiene cáncer.
Nuevamente, el nivel objetivo debe situarse entre 60 y
80 ng/mL, y 40 ng/mL como el límite más bajo de suficiencia para
prevenir una amplia variedad de enfermedades, incluyendo al cáncer.
GrassrootsHealth facilita las pruebas al proporcionar un económico kit de prueba de vitamina D como parte de su investigación financiada por los consumidores.
Al inscribirse, ayudará a realizar investigaciones
vitales sobre salud que podrían ayudar a millones de personas en los
siguientes años. (Todos los ingresos van directamente a
GrassrootsHealth. No obtengo ganancias de estos kits y solo los ofrezco para la comodidad de mis lectores).
También, invito a todas las mujeres a inscribirse en el proyecto Breast Cancer Prevention para determinar sus niveles de vitamina D y ayudar a prevenir la
aparición inicial de cáncer o, si ya lo ha padecido, para evitar una
recurrencia.
La dosis podría ser muy diferente en cada caso
Las investigaciones sugieren que podrían necesitarse 9 600 UI diarias de vitamina D para
que el 97 % de la población pueda alcanzar 40 ng/mL, pero los
requerimientos individuales podrían variar ampliamente, y debe tomar la
dosis que requiera en su caso personal, para alcanzar el rango óptimo.
Como señaló Carole Baggerly, directora y fundadora de GrassrootsHealth,
una organización de investigación sobre temas de salud pública, sin
fines de lucro, dedicada a trasmitir mensajes de salud pública sobre la
vitamina D, de la investigación a la práctica:
"Nuestro primer artículo, publicado en 2011, demostró la relación dosis-respuesta. Fácilmente, se puede percibir que dos personas que toman la misma dosis (por ejemplo, 4 000 UI/día) podrían presentar resultados muy diferentes. Esa es la razón por la que estas pruebas... son tan importantes".
Si ha tomado cierta cantidad de vitamina D3 durante
varios meses y la reevaluación revela que todavía no ha logrado alcanzar
el rango recomendado, entonces sabrá que necesita aumentar su dosis.
Con el tiempo y con las pruebas continuas encontrará
su punto ideal personal y podrá tener una mejor idea de cuánto necesita
tomar para mantener un nivel ideal durante todo el año. Además,
GrassrootsHealth tiene una calculadora de vitamina D en línea que puede utilizar para estimar su dosis de vitamina D3 una vez que conozca su nivel sérico actual.
Directrices adicionales para tomar vitamina D3 por vía oral
Además de determinar su dosis ideal de vitamina D3,
también debe asegurarse de obtener suficiente cantidad de vitamina K2
(para evitar las complicaciones relacionadas con la calcificación
excesiva en las arterias), calcio y magnesio.
Las investigaciones han demostrado que si toma altas dosis de vitamina D mientras tiene
niveles insuficientes de magnesio, su cuerpo no podrá utilizar
correctamente la vitamina D que toma.
La razón es porque es necesario tener niveles
suficientes de magnesio para activar la vitamina D. Si sus niveles de
magnesio son demasiado bajos, simplemente la vitamina D se almacenarán
en su forma inactiva.
Realmente, esto podría ayudar a explicar por qué
muchas personas necesitan dosis bastante altas de vitamina D para
optimizar sus niveles. Según esta revisión científica, es posible que
hasta un 50 % de las personas en los Estados Unidos que toman
suplementos de vitamina D no reciban un beneficio significativo debido a
que son deficientes en magnesio.
Por otro lado, cuando tiene un nivel óptimo de
magnesio, sus niveles de vitamina D podrían aumentar aun si toma una
dosis mucho más baja. De hecho, las investigaciones previas han indicado que un mayor consumo de magnesio podría ayudar a disminuir
el riesgo de deficiencia de vitamina D, probablemente al activar mayor
cantidad de la misma.